Existe en el norte de Amsterdam un poblado de creativos que trabaja en barcos, con la peculiaridad de que los mismos no están en el agua, sino sobre tierra. Y aunque parezca un poblado hippy, es en realidad un interesante proyecto que nació con la idea de regenerar una zona contaminada de forma natural y sostenible para un bien común. De paso tiene uno de mis bares favoritos, menos pretenciosos y más recomendables para relajarse al sol cuando pega fuerte.
De Ceuvel ocupa los terrenos de un antiguo astillero que dejó el suelo seriamente contaminado. En él se aplicaban tratamientos químicos a la superficie de los cascos de los barcos para prevenir el crecimiento de berberechos y caracoles.
Cuando la actividad del astillero cesó, el distrito Noord decidió buscar una solución para regenerar el terreno y poderlo aprovechar en un futuro. En ese momento, un grupo de pioneros tuvo una gran idea: aprovechar el espacio durante 10 años para crear un poblado de viejas casas flotantes sobre tierra, conectarlas con un camino elevado de madera y plantar vegetación especial que regenerara la zona.
El proyecto está siendo un éxito y un ejemplo de sostenibilidad para el mundo. Los materiales empleados son reciclados y el sistema de tratamientos de aguas residuales es sustentable. El gas metano que se produce en los baños es reutilizado para cocinar. Incluso están creando un huerto en las azoteas para plantar árboles frutales.
Este video fue uno los proyectos kickstarter que hicieron posibles la creación del Café de Ceuvel. En el se resume la filosofía del lugar:
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Si quieres visitar esta comunidad, puedes hacerlo cualquier día de la semana. Su cafetería, que sólo sirve alimentos y bebidas ecológicas, tiene espacio suficiente para relajarse al aire libre y está rodeado de agua.
Si buscas una excusa en concreto para pasarte, decirte que tienen una interesante agenda cultural en la que periódicamente se dan proyecciones de películas, clases de yoga y baile y más eventos.