Amsterdam ofrece mucho más que el típico circuito de museos y visitas al barrio rojo al que todos los turistas acuden cuando vienen por primera vez. Una pregunta que suelo escuchar de amigos y familiares cuando me visitan por un fin de semana es: ¿qué debería de ver en Amsterdam para aprovechar al máximo la ciudad?
Así que aquí van propuestas alternativas para que te puedas llevar otra impresión de lo que la ciudad te puede ofrecer y que no te sientas como un turista más:
Sal del centro
Me gusta que los turistas se queden en el centro, así los locales descansamos de tanta congestión en las calles. Es un tema peliagudo sobre el que escribir, pero si te atreves a seguir mis consejos haznos un favor: no te pares en medio de la calle con un mapa o mirando tu móvil mientras bloqueas el paso a los que vivimos aquí… jejeje
Siendo más serio, hay barrios llenos de vida fuera alrededor de los principales canales:
De Jordaan, un barrio peculiar donde los vecinos aprovecharan cualquier rayo de sol para sacar medio salón a calle y disfrutar de una copa de vino mientras leen un libro o hablan entre vecinos.
Cabe destacar otras zonas como Haarlemmerbuurt, que es sin lugar a dudas mi barrio favorito, o el NDSM en el norte de Amsterdam con su ambiente alternativo.
Ve la ciudad desde lo alto
Hay varios edificios, torres e iglesias a los que se puede acceder para tener una vista de pájaro. Mis favoritos y a los que suelo llevar a gente son:
Blue, en pleno centro y frente del mercado de las flores. Este bar/cafetería ofrece una vista privilegiada de 360 grados a través de sus paredes de cristal. No hace falta consumir para mirar.
Openbare Bibliotheek, la biblioteca más grande y moderna de la ciudad, con un restaurante en su último piso. Las vistas se pueden disfrutar desde cualquiera de sus última plantas. Se encuentra al este de Central Station, antes de llegar al museo NEMO.
Adam Tower, en el norte tomando un ferry gratuito desde Central Station. De día subir tiene un precio bastante elevado, pero a partir de las 21:00 se puede visitar su bar MADAM gratuitamente.
Canvas, en la parte este de la ciudad, se encuentra este bar en lo alto de un Hotel. Muy recomendable por la tranquilidad del lugar y lo acogedor que es. Hay noches de cine y jacuzzi, no digo más!
Monta en bici
Puede parecer peligroso visto desde la acera, pero una vez le pierdes el miedo te das cuenta de que todo fluye más rápido y mejor desde una bici. Y no hay nada más holandés que perderse por la ciudad montado en una “oma fiets”, que viene a traducirse como “bici de abuela”. Puedes alquilarlas en casi cualquier punto de la ciudad.
Colócate
No voy a negarlo, la mayor parte de los turistas que vienen a Amsterdam se fuman un porro o se comen un “space cake”. Es parte del encanto y la libertad que se respira en la ciudad. No soy muy fan de los coffeshops y el ambiente lleno de humo que te encuentras, pero si tuviera que recomendar alguno, seria:
Coffeshop Relax, en Oud-West. Brownies de buena calidad. Si no quieres acabar con un mal viaje, no comas mas de un cuarto de space cake cada hora.
Barney’s Coffeshop, en Oud-West. Cocinan snacks decentes, y parte de su suelo es una pecera llena de carpas bien alimentadas.
Coffeshop Freedom, en Westerpark. Este es tu lugar si buscas algo barato donde comprar hierba para llevartela a fumar a un parque.
Navega por los canales
En Amsterdam no se necesita ningún tipo de licencia especial para alquilar una barca y navegar por sus canales. Solo se requieren ganas de conducir y perderse fascinado por las vistas que hay desde el agua. Entre las empresas mas conocidas para alquilar se encuentra Mokum.
Una alternativa educativa son los botes de Plastic Whale, que te enseñan la ciudad mientras colaboras en la limpieza de plástico de los canales con unas redes de pescar manuales. La actividad dura 2 horas y cuesta 25 EUR aproximado por persona. Merece la pena echar un vistazo a su proyecto!
Como última opción puedes optar por un paseo en un barco turístico con grupos de turistas de otras nacionalidades con empresas tipo Lovers o Blue Boat Company.
Come como un Amsterdammer
No hay nada más local que perderse en un mercado de barrio. Aquí los puestos de venta se centran sobretodo en quesos, fruta, flores, pescado, ropa, artículos para bicicletas, panaderías y objetos de segunda mano entre otros tantos.
Para comer en un mercado y aprovechar que todo es fresco, prueba algo típico. Te recomiendo el pescado rebozado (kibbeling), gambas (garnalen), rollitos asiáticos (lumpias), arenque marinado con cebolla (herring) galletas de barquillo con caramelo (stroopwafels), mini pancakes con azúcar glass (poffertjes)…
Si quieres ver un mercado menos concurrido que el famoso Albert Cuyp, dirígete al Ten Katemarkt.
Y si la comida que ves no te convence, estarás junto a un nuevo concepto de cocina de mercado que está triunfando en la ciudad y que es muy recomendable: Food Hallen.