Caminar por el centro de Amsterdam, a veces, se convierte en una aventura. Bicicletas por todos lados, turistas fotografiando cada rincón, tráfico… Hay veces que uno quiere desconectar e irse a tomar algo con un poco más de espacio personal.
Es por eso que propongo una alternativa, salir un poco del centro y dirigir los pasos hacia Nieuw-West. Allí se encuentra el Bret, un local que para llegar en bici es muy agradable ya que el trayecto se hace fácil y nada pesado. Se puede ir disfrutando de los alrededores de Amsterdam. Si no es en bici, lo mejor es tomar el tren y bajarse en la estación de tren de Sloterdijk (apenas una parada desde Amsterdam Central).
Este bar/restaurante me dejó francamente sorprendido. Se encuentra rodeado de edificios altos, pero a la vez mantiene una atmósfera entre industrial y hippy. Está construido con antiguos contenedores de barco pintados de rojo, en un estilo tanto exterior como interior que recuerda a otro establecimiento que nos encanta aunque esté en el norte (Pllek). El Bret tiene una particularidad: son dos locales en uno divididos por una carretera. Uno de ellos tiene una terraza que da a un hotel, y el otro tiene un viñedo urbano y una torre de observación bastante alta. Es ideal para ir a tomarse unas cervezas y unas patatas fritas (atención con el mega tamaño de la ración). También ofrecen otro tipo de comidas, pero sucede lo mismo que en el resto del país: la atención al público es pésima. Hay que tener mucha paciencia para que nos atiendan, así que no vale la pena ir con estrés.
El local cerca de la estación tiene dos plantas y una terraza con carpa arriba que se puede reservar para eventos.
Daos prisa, antes de que se haga más famoso y de repente no quepa nadie.
Nota: No nos han pagado para promocionarse, simplemente nos gusta descubrir y compartir lo mejor de la ciudad.
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