Amsterdam está plagada de lugares que te transportan a otras épocas. Algunos puntos de la ciudad te permiten imaginar la vida en tiempos en los que hubo un despertar cultural y económico, como las casas de los principales canales. Otros lugares, por el contrario, te hacen viajar a un pasado gris y triste que no deberíamos olvidar para que no se repitan.
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Dentro de esta segunda categoría se encuentran los búnkers y fuertes que rodean la ciudad de Amsterdam a lo largo de toda la provincia de Holanda del Norte. Todos ellos forman parte de de la Línea de Defensa de Amsterdam, declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1996.
Existen rutas especializadas para descubrirla, pero entre los fuertes más curiosos hay dos que al encontrarse en islas se han conservado mejor hasta nuestros días. Uno es el Forteiland IJmuiden, y el otro y del que voy a hablar es el Forteiland Pampus.
La isla del Pampus se encuentra frente a la costa de Muiden, muy cerca de Amsterdam. Su origen se remonta a los tiempos de la guerra franco prusiana, tras la cual el gobierno de los Países Bajos decidió llevar a cabo un plan militar para proteger a la ciudad de Amsterdam en caso de ataques. En 1887 se inició la creación de una isla artificial en aguas del IJ a base de arena y 3800 pilares para los cimientos.
Tras la construcción de la isla, se construyó un fuerte de tres pisos de altura rodeado por un foso. El edificio principal se componía de cuarteles para las tropas, cocina, lavandería, enfermería, aulas, maquinas de vapor, telégrafos, librería, y túneles subterráneos.
Aunque la construcción de la isla fue carácter militar, nunca se utilizó en períodos de guerra. De hecho los últimos militares que la ocuparon lo hicieron hasta el año 1933. Tras su abandono la visita más anecdótica se dio durante el frío invierno de 1944/1945, cuando se congelaron las aguas del lago que la rodea. Corrían tiempos de hambre, frío y desesperación general, que llevó a los habitantes de los pueblos de alrededor a expoliar toda la madera de la isla para utilizarla como carbón.
La isla sufrió un estado de abandono total hasta los a los años 90, cuando el gobierno cedió a la presión de un grupo de ciudadanos de Muiden que querían rehabilitarla. La isla pasó de este modo a manos privadas, y gracias a la ayuda de voluntarios pudieron limpiar la basura y restaurar el fuerte.
Visitarla es altamente recomendable, pues es como realizar un viaje en el tiempo. Un viaje a la Europa que se temía a si misma y en la que las guerras eran constantes.
La isla se puede visitar por ferry desde Abril a Octubre desde los puertos de IJburg y Muiden.
Foto de: Johan Bakker en Wikimedia Commons
