¿Y si te contara que uno de los personajes más ricos de Amsterdam acabó totalmente loco y obsesionado con el Apocalipsis?
Hablo de Coenraad van Beuningen, respetado en su tiempo y alcalde de la ciudad desde el 1669 al 1684. Llegó incluso a ser director de la Compañía de las Indias Orientales desde el 1681.
Su declive personal se inició en el 1688 cuando perdió gran parte de su fortuna. En esos momentos la República de Holanda pasaba por una grave crisis financiera tras su guerra con Francia e Inglaterra. El gobierno declaró la incapacitación de Coenraad y cedió la tutela de sus bienes y fortuna a sus amigos más cercanos. El motivo fue que había financiado a Guillermo III de Inglaterra.
Tras el abandono de su mujer, Coenraad comenzó a escribir cartas a las autoridades eclesiásticas acerca de la venida del Apocalipsis. Su locura llegó a un límite en el que tuvieron que encadenarlo en arresto domiciliario. Una noche se escapó para abrirse las venas y escribir con su propia sangre sobre la fachada de su casa a las orillas del Amstel. La mayor parte de sus inscripciones eran grafitis en hebreo, signos de la cábala, su nombre, el nombre de su mujer y el nombre de un barco.
A día de hoy se dice que la sangre de la fachada no puede borrarse, y es en parte cierto ya que en 1937 las intentaron limpiar y lo que consiguieron revelar otras más.